Experiencias

Nuestro viaje fue un interrail de dos semanas entre Francia e Italia, en el que visitamos ciudades como París, Génova y Florencia. Vimos un montón de lugares preciosos, el Vaticano, la Torre Eiffel, Portofino… pero lo que más nos gustó fue la excursión que hicimos al pueblo de Bogliasco, un pueblo de ensueño con pocos turistas y un mar super limpio. Otro lugar que nos impresionó fue Florencia, repleta de museos en los que sumergirse durante horas y una arquitectura renacentista indescriptible.

En cuanto a los alojamientos, nos alojamos en Airbnb, hosteles e incluso trenes nocturnos. Ninguno es mejor que el otro, y tienes que elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. En nuestro caso, el Airbnb fue el alojamiento que más nos gustó, ya que al tratarse de un apartamento tenía cocina y teníamos privacidad, cosa que en los hostales es más difícil debido a que aunque haya habitaciones privadas, los precios suelen ser superiores. Aun así, recomiendo probarlos todos, cada uno ofrece una experiencia diferente que te puede gustar más o menos.

Las personas que sueles encontrarte en los hostels son súper amables, y siempre están dispuestos a hacer planes o quedarse a hablar un rato.  En el hotel de Florencia nos hicimos amigos de una danesa, y nos contó que ella al viajar sola había conocido un montón de personas y había hecho muchas nuevas amistades.

Gracias al interrail he aprendido a ser más independiente y valerme por mí mismo, ya que estáis tú y tus amigos en países extranjeros y no sabéis qué es lo que os pueda pasar, os sucederán imprevistos que no se os habrían pasado por la cabeza, crearéis memorias que recordareis por el resto de vuestras vidas. Es una experiencia que recomiendo al cien por cien, ya que, aparte de aprender un montón de cosas, descubres sitios que de otra manera no habrías ido.